sábado, 26 de septiembre de 2009

la bendición del contenedor (o Diógenes Time)


Mi primera etapa de feriante se remonta a hace dos inviernos, cuando decidí poner un tenderete en la feria de Navidad de mi barrio. Haciendo presupuestos junto mi querida Rosalinha, especulábamos sobre como ahorrar con el tema packaging y montaje del stand (bolsas, envoltorios, etc) cuando oh! De golpe vemos al lado de un contenedor de basura unas cajas repletas de perchas, bolsas de papel y de tela de una tienda de calcetines recién quebrada. ¡Vivan los containers vol.1!


En febrero, volvíamos querido y yo de la filmoteca cual gafapastas postmodernos cuando de golpe ¡oh! una decena de cajas apareció ante nuestra vista. Abrimos una con un cierto asquete pero de golpe resultó que estaban repletas de libros, algunos bastantes estupendos, por cierto. Entusiasmados, empezamos a abrir más y más cajas emocionándonos con cuales llevarnos a casa cuando ¡horror! llegó la brigada nocturna de 'Barcelona Neta' así que hubo que decidirse: ¿cuales nos llevamos? pregunté yo y querido dijo: Todos. Así que, tras unas llamadas intempestivas, había en mis 35 metros cuadrados de habitáculo unos 700 libros a contabilizar y referenciar. ¡Qué coñazo! puede parecer, pero no, lo cierto es que estuvo divertido, querido´descubrió su faceta como comercial a puerta fría y así obtuvimos unos euros euros duri dú que nos patrocinaron una semanita estupenda en Menorca. ¡Vivan los containers vol.2! (y Frontín!)


Hace un par de semanas, las mismas que no actualizo el blog, que ando preparando cositas para los cumpleaños que se acercan y pensando en cosas para Navidad (¿qué es eso del Carpe Diem...?), cuando le volvía a consultar a Rosalía sobre cuestiones de packaging (esta vez sobre el apasionate mundo de las cajas). Al día siguiente, volvía yo del cine (sí, veo muchas pelis, lo sé) cuando de golpe vi que una tienda preciosa había dejado frente a su puerta una caja repleta de otras cajas estupendas para mis menesteres. ¡Vivan los containers vol.3!

viernes, 11 de septiembre de 2009

selvático animal relleno de lavanda

Cuando era pequeña tenía unos 50 minutos desde la parada de autocar de delante de mi casa hasta el colegio. Durante esos largos ratos, además de torturar a 'la acompañante' que debía encargarse de mantener el orden del vehículo, nos dedicábamos a cantar. Debía ser la época en que pasamos de Teresa Raval ('mi muñeca... se llama... Rebeca...' y ponernos camisetas en la cabeza para simular una larga melena) a Judy Garland con las pésimas traducciones de Sonrisas y Lágrimas.

Puede que por eso me sorprendiese hace unas semanas al descubrir algunos errores de mi infancia, porque mi versión de la canción 'Do, Re, Mi' decía:

Do, estrato de barón/Re, selvático animal/Mi, de nota posesión/Fa es lejos en inglés/Sol ardiente y fiera es/La, al nombre es anterior/Si a sentiemiento es... y otra vez ya viene el dooo!

Y eso que se supone que se me dan bien los idiomas...

domingo, 6 de septiembre de 2009

peix peixet

Quizás sea cierto que la paz que transmite al ser humano el encontrarse sumergido en el medio acuático tenga que ver con algún tipo de regresión freudiana al útero materno, o algo de eso.
Si es que ya lo decía Sebastián con su coro de mejillones y sepias: 'bajo del maaaaar... bajo el maaaaar... vives contenta, siendo sirena, tú eres feliiiiiiiissss...' ¡Ai, la sepia! ese gran enjendro de la naturaleza: ¿pástico o pescado? (el hombre viene del mono...¿o del oso?) Yo la recomiendo a la plancha, con una picada de ajo y perejíl y un chorrazo de limón. Suculenta.